El antídoto para evitar la muerte de tu compañía: la planeación estratégica

Publicado:

22/8/24

A pesar de que en el presente existen diversas estrategias, herramientas y/o mentores que te ayudan a no formar parte de la estadística de mortandad de las compañías, fallar y bajar la cortina sigue siendo muy frecuente en el mundo de las startups.

De acuerdo el análisis de CB Insights a startups post mortem, sobre las razones del por qué fallan estas compañías son 12 por qués de las causas, a saber y en orden se mencionan: la falta de dinero o falla en el levantamiento de nuevo capital, todo se resume a no tener flujo de efectivo; porque no se encontró una necesidad en el mercado; son superados por la competencia, un mal modelo de negocio, temas regulatorios o legales; no tener una adecuada estrategia de costos y precios; no tener el equipo adecuado, no entrar en el timing correcto, tener un producto muy pobre; no hay una buena química entre el equipo y los inversionistas; no hacer una adecuada estrategia de pivoteo o falta de pasión. En su mayoría, son problemas estratégicos los que llevan al fracaso a las compañías.

José Ramón Alonso, CEO de Tugow, tienda mexicana de muebles y accesorios para el hogar con las particularidades de ser funcionales y con diseño innovador que distribuye a través de e-commerce, quien tuvo que transformar su modelo de negocio para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado, señala que “Tugow surgió en 2017 como un proyecto que buscaba hacer una transformación a nuestro anterior modelo de negocios, enfocado en la venta tradicional de muebles, enfocándonos en muebles RTA (Ready to Assemble), innovadores, de calidad y a precio justo y que derivado de sus características nos permitiera subirnos a la ola de e-commerce, para hacer esta transición, era necesario hacer una planeación de cómo iba a funcionar la empresa”.

Atravesar por una planeación estratégica es necesaria en situaciones como la de Tugow (por ejemplificar) cuando se sabe que se tiene que crecer, pero no se sabe cómo, existe la necesidad de generar un plan, señala Isabel Soto, Services Manager en G2 Consultores.

La planeación estratégica es un proceso que te permite identificar cuáles son tus objetivos y que estrategias debes de seguir para llegar a ellos, creando un sistema para monitorear el progreso y el desempeño que tiene la empresa respecto a sus metas; esto te permite evaluar dónde estás parado, a dónde quieres llegar y cómo lo vas a hacer.

José Ramón Alonso señala que para la implementación adecuada de la planeación estratégica para su compañía se hizo las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué es lo que la compañía pretendía lograr en números, a cuánto tiempo, qué y con cuántos recursos
  2. ¿Cómo se iba a transmitir al equipo que es el mejor camino para la empresa?
  3. ¿Cuáles serán los potenciales obstáculos operativos que se convierten en riesgos para lograr los objetivos deseados?

Tener un plan estratégico construido es un activo muy valioso porque te permite estar listo para atacar oportunidades y retos. Para el caso de las startups, tener uno incrementa sus posibilidades de supervivencia. Te ayuda a enfocarte en lo que realmente importa, prepararte para esta evolución y a tomar mejores decisiones.

Si tu startup se encuentra en un proceso de escalamiento y no tienes claro hacia dónde tienes que enfocar tus recursos y cuáles son tus prioridades, se presta a que cometas errores, lo que se puede traducir en las razones por las que fracasan las startups. Así que no te conviertas en parte de la estadística.

Existe un proceso para llevar a cabo una adecuada planeación estratégica y se compone de 3 etapas, de acuerdo con Isabel Soto de G2 Consultores:

  1. La primera es tener un diagnóstico de la situación actual de la compañía. Se deberá dividir en dos componentes: un análisis interno que te ayude a identificar los problemas que puedes tener al interior de la compañía o áreas de oportunidad en las que se deba de trabajar; lo cual ayuda a saber si se tiene un mal desempeño en la parte de operaciones, financiera, comercial, con tus clientes, el nivel de satisfacción de tus productos o servicios y también a saber si los objetivos que te habías planteado los estás cumpliendo o no.

El segundo componente es un análisis externo que te ayuda a identificar oportunidades: conocer el mercado, saber si éste representa una buena oportunidad, si tiene diferentes segmentos, cual es tu posición versus la competencia, esta información te permitirá saber de entrada, qué es lo que tienes que hacer.

  1. La segunda se refiere específicamente a hacer el proceso de planeación, definición de objetivos y estrategias. Define tu horizonte de planeación, es necesario entender en qué etapa está la empresa y sobre ello defines el periodo planeación, por ejemplo si tu compañía se encuentra en una etapa muy temprana, se puede planear a 3 meses. ¿Por qué? Por que puede no funcionar el producto o servicio en su etapa MVP, puede haber o no clientes y otras variantes que te hagan iterar muy rápido. Por el contrario, si tienes un producto que ya vende y tienes ya tiempo en el mercado o cierta estructura, puedes hacer una planeación más a largo plazo (3 a 5 años).

Define tus objetivos, ya que sirve como sistema de monitoreo para saber que tan bien o mal estás. Crea un objetivo principal de a dónde quiere llegar la empresa de manera muy general y a partir de ello, traza objetivos específicos, usando metodologías como SMART (Specific, Mensurable, Achievable, Relevant & Timely), los OKR’s (Objective Key Results) objetivos y resultados clave o KPI’s (Key Performance Indicator) que son Indicadores Clave de Rendimiento). 

Una vez que decides en que tiempo quieres planear los objetivos, viene un proceso de planeación de estrategias y definición de responsables.

  1. Ejecución y seguimiento por parte de los emprendedores.  Corresponde a la última fase del plan, la cual es muy retadora y complicada (hay que decir las cosas como son) ya que los emprendedores se enfrentan a la realidad, ya que pueden presentarse factores que no tienes contemplados, que no se planearon, no se conocían hasta que se pone en marcha y que se deben de resolver en el camino. La intuición se vuelve más importante para los emprendedores, ya que el plan no está escrito en piedra, sin embargo, si haces un proceso correcto y tienes un objetivo fijo, es probable que llegues a tu meta.

Te recomendamos fijar un sistema de monitoreo y control, eso te permitirá ir viendo si lo que planeaste está funcionando o no, apóyate de ojos externos y objetivos, ya que te permite ver tu negocio desde otra perspectiva. Ten procesos y discusiones productivas sobre lo que está funcionando o no, trata de salir de tu zona de confort. Sé flexible al modificar el plan original; involucra a las personas clave que aporten soluciones y generen impacto a la compañía.

Si das seguimiento a estas 3 etapas, es probable que construyas un plan estratégico adecuado y correcto, de lo contrario, acércate a un experto, en G2 Consultores, firma especializada en estrategias para startups, te podemos ayudar. ¡Contáctanos!